Uno
de los problemas mayor de los gitanos en Francia conciernen la vivienda y las
expulsiones forzadas. Este problema tiene consecuencias importantes:
imposibilidad de escolarizar los niños, dificultad de acceso a los servicios de
salud y de higiene, dificultad para buscar un trabajo estable, dificultad para
la estabilidad de la vida familiar.
Al
fin de octubre 2016, el campo de Calais
para los refugiados que se ha nombrado “Jungle
de Calais”, fue evacuado por las fuerzas del orden con la
orden de las autoridades francesa. Los medios francés, europeos e
internacionales enviaron periodistas para hacer directas, entrevistas, para
seguir la evolución de la evacuación. Esta evacuación de gran amplitud
concierne aproximadamente 6 500 personas.
Al
lado de eso, en el 2016, 7341 gitanos
fueron expulsados de sus viviendas: ¿dónde estaban los medios? ¿Dónde estaban las
cámaras? ¿Dónde son los directos? ¿Dónde son las asociaciones de solidaridad?
¿Dónde está la indignación?
En
el 2014, el número de las personas expulsadas ha llegado a 14 449 personas, y en el 2015, han sido 11 538 personas que han sido dejada en la calle (en el tercero
trimestre del año llegaron ya a: ¡5072!)
El
2016 ha registrado una bajada “anómala” de las expulsiones, el informe de la Liga de los Derechos Humanos se
preocupó de esta supuesta calma. Según ellos, la bajada dio a entender un
aplazamiento de las expulsiones para el periodo estival (el tercero trimestre).
Los
temores se han demuestra real.
El
12 de diciembre registra una nueva subida de las expulsiones: 2 546 personas
gitanas fue expulsadas de fuerzas por las autoridades. La región que más
expulsiones ha registrado ha sido la de l’Ile de France (68%), de l’Auvergne-Rhone-Alpes,
de la PACA y de la Nouvelle Aquitaine (9% respectivamente).
En
el marco del respecto de la ley, las expulsiones deben seguir algunas reglas
pero en la realidad no es siempre el caso: las expulsiones se hacen con
violencia, se destruyen las posesiones, en la mayoría de los casos no se
han presentado propuestas de alojamientos alternativos y se hace a menudo sin
esperar la decisión judicial previa obligatoria para que el Prefecto puede
empezar el orden de expulsiones.
En
algunos casos las proposiciones de realojamiento son presentadas a las personas
expulsadas. ¿Una buena novelas? No realmente, en la mayor de los casos estas
proposiciones separan las familias y son solamente destinados a las
mujeres acompañadas de pequeños niños en un alojamiento de urgencia, y
para algunos días solamente. Por lo tanto se entiende bien que en la mayor de
los casos estas “soluciones” son rechazadas.
En
algunos casos las expulsiones se acompañan a medidas de alejamiento del
territorio que de hecho son ilegales: por ejemplo obligaciones de dejar el territorio (OQT) son establecida en
prefecturas con el motivo: “el interesado
no puede justificar de recursos o de medios de existencia suficiente y se
encuentra en situación de completa dependencia del sistema de asistencia social”…
Los policías que hacen la evacuación inscriben después el estado civil de la
persona controlada, sin hacer ninguno examen de la situación (como se debería
hacer normalmente según la reglamentación).
En
el 2012, los franceses han elegido un presidente socialista que ha establecido,
con el apoyo de su primer ministro, un gobierno socialista. Pero la máscara se
ha caído rápidamente, y de socialista, el gobierno tiene solamente el nombre.
Este gobierno de izquierda no suporte después mucho tiempo la protección de los
derechos humanos (se ve igualmente la proposición de la privación de
nacionalidad). Francia es el país de la declaración de los derechos humanos
pero no el país de los derechos humanos.
Después
algún tiempo, el racismo en Francia es en aumentó (en concordancia con la
aumentó del populismo y del avance del partido
de la extrema derecha de Marine Le Pen,
le Front Nacional).
Después
los atentados de 2015, el racismo en Francia no se esconde más, el racismo anti
gitano no hace excepción a esta tendencia. Al lado del racismo y de las
discriminaciones respecto a gitanos, notamos igualmente un aumento de las
violencias y de los conflictos entre los gitanos y los no gitanos en Francia.
Francia
se reputa un país de orden, pero nadie parece escuchar los órdenes de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales y del Consejo de Europa. El pasado 29 junio,
estas entidades lanzaron una llamada conjunta para denunciar el coste humano de
las expulsiones: “Las expulsiones tienen
repercusiones a largo plazo extremadamente negativas sobre la situación de las
personas concernidas y pueden constituir
una violación de sus derechos humanos si no están acompañadas de las garantías
necesarias.”
Al
ver el comportamiento de un gobierno socialista, como será la situación para los gitanos en el caso de victoria de la
derecha, o aún peor de la extrema derecha a las elecciones presidenciales del
2017?
Pauline Cherbonnier
Fuentes
principales:
- ERRC
- GISTI
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