No es solamente en el Parlamento Europeo que se pueden
oír discursos contra los gitanos. En Francia, los discursos de odios contra los
gitanos son comunes tan en la esfera privada que en los medios, incluso en el
mundo político.
A menudo los periódicos transmiten estereotipos y
subrayan casi siempre el origen de una persona que comete un delito, por
ejemplo cuando es una persona de origen magrebí o gitana esto compare en los
titulares: eso exacerba un clima de tensión.
El 14 agosto de 2015 el periódico “Petit Journal Catalan”
ponía en primera página un artículo con el siguiente título: “¿A qué sirven los gitanos de Perpiñán?”.
Eso ha suscitado indignación en el mundo asociativo gitano de Francia. Las
asociaciones del Comités d’animation de la Place du Puig, l’Association des
commerçants de Cassanyes y la Liga de los Derechos Humanos se han constituido
en partes civiles en el proceso contra el periódico. Justicia fue pronunciada
el 20 de abril de 2017 cuando el tribunal reconoció el delito de “provocación al odio y a la discriminación”:
el autor fue condenado a 6 meses de prisión incondicional y el director de la
publicación a 2. Fueron también condenado a una multa de 20 000€ cada uno,
además de un resarcimiento de 1500 a 2000 euro para los daños y perjuicios provocado
a cada una de las partes civiles.
No hay solamente los medios que transmiten este tipo de discurso:
un gran número de representados políticos, de derecha o de izquierda, se lo
permiten también.
En el 2013 Gilles Bourdouleix el alcalde de la ciudad de
Cholet, afiliado en el partido del UDI (Union des Democrates et Independants), pronunció
una frase chocante. Mientras visitaba un campamento de gente de viaje instalado
ilegalmente en su ciudad, dijo a micrófono apagado: “Hitler no ha matado suficiente”. Fue condenado a 3000€ de multa por
“apología de crimen contra la humanidad”.
Sin embargo en diciembre 2015, el Tribunal Supremo anuló la condena. Gilles
Bourdouleix es todavía alcalde de Cholet.
Esto no es un caso aislado: Christian Estrosi, alcalde de
Nice, invitó los alcaldes de Francia a rebelarse contra los gitanos “para expulsar las poblaciones que ocupen
ilegalmente terrenos”, y propuso de vigilar hasta el mínimo movimiento de
las personas gracias a cameras y fichaje de matrículas de coches.
Más recientemente, el alcalde del partido comunista Jean
Paul Trovero abordó la cuestión de la vivienda de los gitanos. Franck Sinisi,
Front National, propuso lo siguiente “para
alojar los gitanos, pienso que se podría hacer un auto-financiamiento. La ciudad
debería pagarles el dentista… para quitarle sus dientes de oro”. Igual que el
jefe de los SS Henrich Himmler, el 23 de diciembre de 1940, ordenó a los
médicos nazis de recuperar los dientes de oro de los muertos y de los vivientes…
Los ministros también contribuyen a crear un clima de discriminación. Manuel
Valls (ex primer ministro de François Hollande), el 7 de septiembre de 2013 (ministro
del Interior a la época) dijo: “los
gitanos tienen vocación a volver a Bulgaria y Rumania” añadiendo que por
razones culturales, ellos no quieren integrarse a la sociedad.
La Justicia rechazo de pronunciarse pretextando que se
trata de la línea política del gobierno. En diciembre 2016, la asociación La voix des Roms llevó el caso en el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos esperando la condena del ex primer
ministro.
Jean Marie Le Pen, el fundador del partido de extrema
derecha Front National, es un adepto de los excesos mediáticos, especialmente sobre
las minorías. Desde el 1990, fue condenado por lo menos 8 veces por palabras
racistas o revisionistas. El ultimo 27 de febrero, el tribunal de apelación de
Aix en Provence confirmó su condena a 5000€ de multa por “provocación al odio y a la discriminación” por palabras que ha
tenido contra los gitanos durante una conferencia de prensa: “Tenéis algunas problemas, parece, con algunas
centenas de gitanos que tienen en la ciudad una presencia urticante y decimos
maloliente. Eso es solamente el pequeño troncón del iceberg” (4 de julio de
2013, Nice). En el marco de la política de mejora de la imagen del partido, su
hija, Marine Le Pen, alejo su padre del partido en el 2015.
La campaña electoral ha sido marcada por muchos escándalos
especialmente en tema de fraude y robo de dinero público (francés y europeo) y
también ha tenido su lote de palabras anti gitanas. El último escándalo concierne
los gitanos, y viene por parte de la sobredicha Marine Le Pen, en liza en el
segundo turno de las elecciones presidenciales de este domingo 7 de mayo. Durante
una visita de la candidata en Denain, el 24 de febrero de 2017, relacionó los
problemas de seguridad en una de las ciudades más pobre de Francia a una sola causa:
los gitanos y la inmigración. “Concerniendo
la seguridad, ¿por qué hay un problema? Hay un problema, creo porqué hay 1000
gitanos en la ciudad, ¡ya está!”. También en el sitio web oficial del partido
se puede encontrar una petición “Campamentos
de gitanos: ¡basta ya!” con está descripción: ”los campamentos de chabolas de los gitanos se multiplican en el nuestro
país y los redes nómadas extranjeros organizan el pillaje de Francia”.
La imagen actual de los gitanos en Francia es deplorable.
Desde algunos años es de peor en peor porque el antigitanismo ha llegado a
nivel institucional, palabras de odio y racismo son pronunciadas por personas
políticas importantes. Los gitanos siguen relacionado a los robos, a la
mendicidad y a la delincuencia.
Recientemente, ha salido una película sobre los gitanos
“A bras ouvert” (que se puede traducir por: A brazos abiertos). Lejos de hablar
de cultura gitana, esta película es una concentración de palabras racistas, anti
gitanas y estereotipadas que muestra el punto de vista actual de la sociedad
francés sobre los gitanos.
Pauline Cherbonnier
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