Los
gitanos en Europa sufrieron desde hace siglos de muchos tipos de persecuciones
y exacciones que condujeron muchos de ellos a elegir el exilio. Desde el
descubrimiento de América en el 1492, muchos gitanos decidieron de coger la
carretera del Nuevo Mundo esperando dejar detrás de ellos las malas condiciones
que habían conocido en Europa. Si estima que actualmente hay 1,5 millones de
gitanos en América Latina, pero en realidad las cifras podrían ser mayores.
En un artículo, la periodista Anne-Isabelle Lignier distingue 4 fases diferentes de migraciones de los gitanos hacia América Latina.
La primera migración de los gitanos se hizo desde la península ibérica. En el 1425, los primeros gitanos llegaron a la península ibérica después haber cruzado Europa. La península ibérica fue en esta época sobre dominación musulmana y los gitanos fueron libres: hubo una gran coexistencia y aceptación entre las culturas. La llegada al poder de los Reyes católicos en 1479 y la Reconquista de la península llevaron al inicio de las humillaciones y luego las persecuciones contra los gitanos. La primera ley contra los gitanos fue promulgado en el 1499. Algunos gitanos recientemente llegados en la península empiezan ya a querer irse y desde el descubrimiento de las Américas en 1492, nuevos territorios están accesible.
La colonización del Nuevo Mundo por España fue controlada y rápidamente Cádiz se vuelve el único puerto de salida, y a eso se añade la necesidad de obtener una autorización para emigrar. La colonización fue tan controlada que en el 1570, el soberano Felipe II promulgó la interdicción a los gitanos de entrar en las colonias americanas y ordenó el regreso de los que ya fueron allí. Mientras las tentativas de restricciones tuvieron por objetivo de prohibir la instalación de los gitanos en las colonias, las autoridades tuvieron muchas dificultades para impedir la inmigración clandestina. Debido a la violencia de las persecuciones contra ellos, algunos gitanos consideraban que no tenían nada a perder y se arriesgaban igualmente a partir por este viaje.
El Portugal adoptó una política muy diferente para poblar sus colonias de América porque el país deportó masivamente los gitanos (hoy, el Brasil es el país con la población gitana más importante de América Latina: 800 000 personas según las estimaciones).
Estos primeros gitanos americanos conservan por la mayor parte el uso del Caló (lengua gitana de la península ibérica).
La segunda migración de los gitanos se hizo desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta la crisis económica de los años 1930.
Hubo muchos elementos que favoreció esta segunda migración del fin del siglo XIX: la fin de la esclavitud de los gitanos en Europa del este (1856), el agravarse de las persecuciones contra los gitanos en Francia y en Alemania, la independencia de la Serbia en el 1878, para evitar el alistamiento en el ejercito ejército del impero austro-húngaro o otomán, la fuga de la pobreza (como en Italia), el miedo de la Primera Guerra mundial y luego la desintegración de los imperios después el fin del conflicto. A todo eso se puede añadir el contexto político en América del Sur: las guerras de independencias acaban, los nuevos países en construcción ofrecieran nuevas oportunidades económicas. Los gitanos que salieron de Europa en esta época aspiraron a mejorar sus condiciones de vida y fueran atraídos por las nuevas posibilidades de trabajo, la posibilidad de hacer fortuna y la perspectiva de libertad que América ofrecía.
Esta ola de migración fue también favorecida por los medios de locomoción más eficaz que en el pasado, que reducían los riesgos considerablemente.
Los gitanos salidos durante esta ola de migración conservaron el romaní así como los dialectos inspirados del húngaro, del turco o del serbo-croato. Habían también conservados por la mayor parte un modo de vida nómada o seminómada.
La tercera ola de migración se hace durante el Porrajmos y tuve por objetivo principal de escapar de los horrores del genocidio y de la Segunda Guerra mundial. La cuarto ola se verifica después de la caída de los regímenes comunistas de Europa del este.
En los diferentes países de América Latina, los gitanos están a menudo invisibles tan en los libros de historia, de sociología, que en las políticas públicas o en la memoria colectiva. La historia del pueblo gitano en América Latina es pero conectada a cada destino nacional.
En cada país, como en Europa, su historia es diferente. Los gitanos se han adaptado a sus nuevos países y tienen un fuerte apego a este. Sin embargo sus historias está mal conocido y se queda por escribir: ignoramos por ejemplo como han cruzados los periodos de dictadura o de conflictos armados.
En un artículo, la periodista Anne-Isabelle Lignier distingue 4 fases diferentes de migraciones de los gitanos hacia América Latina.
La primera migración de los gitanos se hizo desde la península ibérica. En el 1425, los primeros gitanos llegaron a la península ibérica después haber cruzado Europa. La península ibérica fue en esta época sobre dominación musulmana y los gitanos fueron libres: hubo una gran coexistencia y aceptación entre las culturas. La llegada al poder de los Reyes católicos en 1479 y la Reconquista de la península llevaron al inicio de las humillaciones y luego las persecuciones contra los gitanos. La primera ley contra los gitanos fue promulgado en el 1499. Algunos gitanos recientemente llegados en la península empiezan ya a querer irse y desde el descubrimiento de las Américas en 1492, nuevos territorios están accesible.
La colonización del Nuevo Mundo por España fue controlada y rápidamente Cádiz se vuelve el único puerto de salida, y a eso se añade la necesidad de obtener una autorización para emigrar. La colonización fue tan controlada que en el 1570, el soberano Felipe II promulgó la interdicción a los gitanos de entrar en las colonias americanas y ordenó el regreso de los que ya fueron allí. Mientras las tentativas de restricciones tuvieron por objetivo de prohibir la instalación de los gitanos en las colonias, las autoridades tuvieron muchas dificultades para impedir la inmigración clandestina. Debido a la violencia de las persecuciones contra ellos, algunos gitanos consideraban que no tenían nada a perder y se arriesgaban igualmente a partir por este viaje.
El Portugal adoptó una política muy diferente para poblar sus colonias de América porque el país deportó masivamente los gitanos (hoy, el Brasil es el país con la población gitana más importante de América Latina: 800 000 personas según las estimaciones).
Estos primeros gitanos americanos conservan por la mayor parte el uso del Caló (lengua gitana de la península ibérica).
La segunda migración de los gitanos se hizo desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta la crisis económica de los años 1930.
Hubo muchos elementos que favoreció esta segunda migración del fin del siglo XIX: la fin de la esclavitud de los gitanos en Europa del este (1856), el agravarse de las persecuciones contra los gitanos en Francia y en Alemania, la independencia de la Serbia en el 1878, para evitar el alistamiento en el ejercito ejército del impero austro-húngaro o otomán, la fuga de la pobreza (como en Italia), el miedo de la Primera Guerra mundial y luego la desintegración de los imperios después el fin del conflicto. A todo eso se puede añadir el contexto político en América del Sur: las guerras de independencias acaban, los nuevos países en construcción ofrecieran nuevas oportunidades económicas. Los gitanos que salieron de Europa en esta época aspiraron a mejorar sus condiciones de vida y fueran atraídos por las nuevas posibilidades de trabajo, la posibilidad de hacer fortuna y la perspectiva de libertad que América ofrecía.
Esta ola de migración fue también favorecida por los medios de locomoción más eficaz que en el pasado, que reducían los riesgos considerablemente.
Los gitanos salidos durante esta ola de migración conservaron el romaní así como los dialectos inspirados del húngaro, del turco o del serbo-croato. Habían también conservados por la mayor parte un modo de vida nómada o seminómada.
La tercera ola de migración se hace durante el Porrajmos y tuve por objetivo principal de escapar de los horrores del genocidio y de la Segunda Guerra mundial. La cuarto ola se verifica después de la caída de los regímenes comunistas de Europa del este.
En los diferentes países de América Latina, los gitanos están a menudo invisibles tan en los libros de historia, de sociología, que en las políticas públicas o en la memoria colectiva. La historia del pueblo gitano en América Latina es pero conectada a cada destino nacional.
En cada país, como en Europa, su historia es diferente. Los gitanos se han adaptado a sus nuevos países y tienen un fuerte apego a este. Sin embargo sus historias está mal conocido y se queda por escribir: ignoramos por ejemplo como han cruzados los periodos de dictadura o de conflictos armados.
Pauline Cherbonnier
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