21 de Marzo
Día Internacional
para la eliminación
de la discriminación racial
El 21
de marzo es el día internacional para la eliminación de la discriminación
racial. Fue proclamado en 1966 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta
fecha fue elegida con referencia al 21 de marzo de 1960: ese día, en la ciudad
de Sharpeville en Sudafrica, 69 personas fueron matadas durante una
manifestación pacífica contra las leyes relativas a los pases exigidos por el
régimen del apartheid.
Este
día es una gran ocasión para hablar del anti gitanismo: una forma de racismo
que afectan a los gitanos y gitanas. El pueblo gitano representa la minoría más
numerosa de Europa: se estima que hay entre 7 y 9 millones en la Unión Europa
(sobre una población total de 508 millones) y entre 12 y 15 millones en el
continente europeo. Pero es al mismo tiempo la minoría más perseguida: sufren
desde hace muchos siglos múltiples discriminaciones.
El
anti gitanismo es una forma de racismo hacia los gitanos/as. Se caracteriza
principalmente por la reducción de los gitanos a su identidad gitano y a una
forma de deshumanización: no son considerados como humanos como el resto de
personas. Esta deshumanización se vuelve a ignorar los derechos humanos de los
gitanos porque son únicamente gitanos y nada más. El anti gitanismo empieza con
ideas negativas y prejuicios que pueden venir de la familia, de la escuela, de
internet, de los medios de comunicación o de la sociedad en general. Estas
ideas se transmiten y después se vuelven en actitudes o comportamientos:
estereotipos y discriminación. El anti gitanismo es tan perjudicial cómo
cualquier otra forma de racismo. El diccionario de la lengua española define el
racismo como la “exacerbación del sentido
racial de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de
otro u otros con los que convive”. El racismo es la creencia que miembros
de diferentes “razas” poseen unas características, habilidades o cualidades
específicas a esa “raza”. El racismo casi siempre lleva la idea de que algunas
“razas” son superiores y otras inferiores. Casi siempre el racismo se vuelve en
comportamiento de discriminaciones.
La
Declaración Universal de los Derechos Humanos dice en su primer artículo que “todos los seres humanos nacen libres e
iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Así que la
igualdad se opone al racismo y a las discriminaciones. En efecto el racismo y
la deshumanización de una población facilitan su marginalización y su exclusión
de la sociedad. El racismo y la discriminación están totalmente opuestos a la
protección de los derechos humanos.
La legislación
española prohibe la discriminación. El artículo 14 de la Constitución española
dice que: “Los españoles son iguales ante
la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social”. También, España ha firmado muchos textos de derechos
internacionales y europeos que prohíben la discriminación o el racismo como por
ejemplo:
- la
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial (CIEFDR), aprobado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas, el 21 de diciembre de 1965 (adhesión de España el 13 de
septiembre de 1968)
- la
Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, aprobado el 7 de diciembre
de 2000 por la Unión Europea
Los
prejuicios y los estereotipos que se propagan sobre los gitanos tienen
consecuencias reales en la vida. En razón de imágenes preconcebidas que la
población tenía de los gitanos, éstos fueron víctimas de persecuciones durante
muchos siglos: prohibición de trabajar sus oficios, asimilación a la fuerza,
asesinatos e incluso tentativa de erradicación total, es decir, genocidio. Hoy,
son todavía victimas de discriminaciones que vienen directamente de los
estereotipos que la sociedad tiene de ellos. Hay tres dominios que son cruciales
para los individuos y que permiten la inclusión en una sociedad: educación,
empleo y vivienda. Pero estos dominios son aquellos en los que los gitanos están
discriminados y cuando hay discriminación solamente en uno de estos dominios,
eso afecta toda la vida de una persona. Las discriminaciones hacia los gitanos
son una violación de sus derechos humanos. Además, la discriminación impulsa a
la exclusión y la marginalización lo que fortalece los estereotipos y dificulta
la vida de la comunidad gitana.
Pauline Cherbonnier
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