Los
nazis pensaron que la raza aria era una raza superior a todas las demás y debía
reinar sobre el mundo. Habían establecido una jerarquía de razas y a la cola
colocaron a los judíos y los gitanos.
Los
nazis intentaron demostrar su superioridad en todas las áreas y especialmente
en el deporte. En efecto, según sus teorías, las personas arias eran más
fuertes debido a una superioridad biológica que hacía de ellos mejores
deportistas y atletas.
Cuando
una persona considerada de raza inferior ganó una competición, los nazis se
sintieron humillados. Conocemos la historia del atleta afroamericano Jesse Owen,
que ha ganó 4 medallas de oro durante los juegos olímpicos de Berlín en 1936.
Pero ¿conocéis la historia de Johann Trollmann?
Johann
Wilhelm Trollmann nació el 27 de diciembre de 1907 en Hannover en el seno de
una familia gitana-sinti de nacionalidad alemana. Su familia le apodó Rukeli (árbol
joven). Empezó joven a boxear en el club “Heros de Hannover”. Rápidamente, se
hizo un nombre en el mundo del boxeo y ganó competiciones regionales y después
nacionales. Incluso fue seleccionado para los juegos olímpicos de 1928 de
Estocolmo. Pero se le prohibió participar porque su estilo fue juzgado “no
suficientemente alemán”.
En
1929, se fue a Berlín y empezó su carrera profesional. Durante su carrera de
boxeador, participó en muchas competiciones y obtuvo muchas victorias. Fue
adulado por muchos fanes. Se le llama Zigeuner (el gitano) y nunca
escondió sus orígenes. Se dijo de él que bailó en el ring y sus fanes apreciaron
especialmente su juego de piernas, gracias al cual ganó el apodo El Baile
de Trollmann.
En
marzo 1933 tuvo lugar el campeonato de Alemania de los semipesados durante el
cual el deportista judío Erich Seelig ganó el título. Pero el comité deportivo,
compuesto de nazis (como todas las instancias de la época), decidió quitarle el
título motivados por su “raza” y su carácter “no alemán”. El titulo quedó
vacante hasta junio, con la organización de un nuevo combate que enfrentó a
Adolf Witt, alto, rubio y fuerte (puro representante de la raza aria) y Johann
Trollmann (el gitano).
El
9 de junio de 1933, Johann Trollman batió a Adolf Witt en 12 rounds en el
Bockbrauerei de Berlín. Durante el combate hizo bromas a su oponente y comentó
el combate con los espectadores de las primeras filas. Y como de costumbre,
bailó en el ring. El comité deportivo decidió una segunda vez desposeerle del
título, sin embargo merecido, a un deportista por ser perteneciente a una raza
inferior. Los espectadores se rebelaron y empezó un verdadero tumulto: los
espectadores amenazaron con destruir la sala. Al final, el titulo fue concedido
a Trollmann, que lloró de emoción.
Los
periódicos de la Alemania nazi fueron un canal de propaganda muy importante del
régimen. La revista Boxsport denunció en un artículo que Trollman no
golpeaba al “estilo alemán”, sino que el había creado su propio estilo “a lo
gitano”, lo que se consideraba muy negativo para la Alemania nazi. Le acusaba
también de no respetar el noble arte del boxeo porque lloró en el ring y esto
lo consideraron un acto de vergüenza.
Una
semana después fue desposeído de su título. Se le impuso combatir contra Gustav
Eder, un boxeador pro nazi e igualmente representante de la raza
aria. Para que el resultado fuera aceptable a los ojos de los nazis, la
federación de boxeo exigió a Trollmann que no se moviera en el ring bajo la
amenaza de retirarle su licencia.
Así
que participó en el combate obligado y forzado, pero para burlarse de sus
detractores se descoloró el cabello y cubrió su cuerpo con harina para parecer
más alemán a los ojos de los que le insultaron. Sin embargo, siguió las
recomendaciones de la federación: no se movió y aguantó la paliza de su
contrincante. En una verdadera masacre que acabó perdiendo por KO y ensangrentado
en el quinto round.
Fue
un campeón destruido. No se entrenó y se escondió del régimen. Disputó otros
combates obligado por la Federación, que perdió sistemáticamente. Combatió para
ganar un poco de dinero y no morir de hambre, ya que el amor por el deporte se
esfumó. Además, el público que lo había aclamado se posicionó a favor de la
furia nazi y terminó insultándole. Su licencia fue finalmente anulada y no pudo
boxear más.
En
1935, tras casarse y formar una familia, decidió divorciarse para
que sus hijos pudieran cambiar su apellido y así optar por una vida mejor. En
1938, una ley obligó a esterilizar todos los judíos y los gitanos, así que fue
esterilizado. En 1939, fue llamado al frente ruso y debió luchar para un
régimen que le juzgó como indigno de vivir, y a lado de gente que
le había juzgado como una persona inferior.
En
1942, aprovechó un permiso para ir a su casa, pero fue arrestado por los nazis
y enviado al campamiento de Neuengamme. Se convirtió en el prisionero 721/1943.
Soportó las más peores humillaciones de su vida: sus guardianes le golpearon
sin que él pudiera moverse para humillar a un ex campeón de boxeo. También hubo
combates que fueron organizados y así obtuvo comida, pero solamente si se
dejaba ganar por KO.
Hay
algunas hipótesis que circulan sobre su muerte, según la versión oficial de los
nazis, Trollman murió de una forma “natural”. Otra hipótesis dice que fue
fusilado el 9 de febrero de 1943. La última, mas reciente y desenterrada por el
periodista Roger Repplinger, dice que Emil Cornelius, un kapo del campo de
concentración de Neuengamme, le golpeó hasta la muerte después de otro combate
trucado.
En
2003, la federación alemana de boxeo concedió el premio de campeón de Alemania
de los pesos pesados a Johann Trollmann, a título póstumo.
Pauline Cherbonnier
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