El 18 de octubre visitamos el barrio de Bon Pastor con
Annabel, David y Juan de la FAGiC.
Bon Pastor es un barrio con muchos miembros de la comunidad gitana en el cuál durante los últimos años se han producidos cambios, y no solo a nivel urbanísticos.
Hay una grande diferencia
entre los dos tipos de viviendas: las antiguas casas son bajas y muy coloreadas
mientras que los pisos modernos son grises y parecidos a cualquier otro
edificio.
El proyecto de renovación
del barrio cuenta también con la mejora de los servicios, por ejemplo la línea
de metro y la estación de Bon Pastor que se construyeron en los año 2010.
Antes, el barrio sufría
de mala fama e incluso las taxis no querían entrar la zona. Los gitanos estaban
marginados y asociados con crimen y delincuencia. Pero el prejuicio no ha
impedido a los gitanos y las gitanas del barrio hacer actividades.
Hay familias en Bon
Pastor que trabajan para mejorar la vida
del barrio a través de las asociaciones de vecinos, por ejemplo. Se preocupan
mucho del barrio, como si toda la población fuese una grande familia. Podemos
ver esta convivencia en todos los parques y los jardines.
Es difícil imaginar que
hace poco tiempo era un barrio marginal. Siguen habiendo situaciones que
esperan una solución, Bon Pastor está viviendo una transición: la diferencia
entre las casas baratas y los nuevos bloques representa bien este cambio.
Justine Delorme
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