La bailarina Carmen Amaya, originaria de Barcelona, exactamente de Barceloneta del barrio de Somorrostro , viajó por todo el mundo con el flamenco, llegó hasta Hollywood actuando por el presidente Franklin Roosevelt, quien recompensó su actuación con el regalo de un bolero. En su familia la música fue siempre presente; su padre fue un “tocador de guitarra”, su madre ocasionalmente bailaba en la intimidad de la familia. Así, ella y sus hermanos crecieron con la música: el primer hijo de la familia Amaya fue guitarrista, y los otros bailarines, como Carmen. Carmen inició a bailar con el padre, y pian piano llegó su debut en el teatro Español del Paralelo con la compañía de cómicos de Josep Sant Pere y Josep Bergés. Probablemente, su primera actuación en un teatro fue con la obra La Campana de Gràcia. Su carrara tardó poco en dar un gran salto: Carmen Amaya actuó en París con gran éxito, en el Teatro Palace. Aprovechando su estancia en París, el director de cine Be
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